La ley de Murphy se cumple

Preparado para el cuerpo a cuerto. Dispuesto a aguantar comentarios del estilo ¡¡hombre tú por aquí, pensaba que no te ibas a pasar nunca!!, y frases similares. Todo eso a pesar de que en esta ocasión el que iba a pedir cuentas era yo.

Es importante para que os hagais a la idea de la situación, que sepais que el laboratorio de robótica se encuentra ubicado en el mismo edificio en el que trabajo. Para ir de mi puesto de trabajo, tan sólo tengo que entrar en el ascensor y bajar desde la tercera planta a la planta baja. Pues bien, no habían dado aun las 10:30 de la mañana, cuando bolígrafo y folios en mano, estaba dispuesto a enfrentarme cara a cara con mi tutor de proyecto. La idea no era otra que perfilar de una vez por toda el alcance del mismo. Pero Murphy se puso por medio, y aunque todos los martes está puntual en el laboratorio a partir de las 9:00, este martes no estaba.

No obstante, uno de los que trabajan en el laboratorio aprovechó efectivamente para lanzarme la frase... ¡¡¡hombre, tú por aquí, cuanto tiempo¡¡¡ Y claro, le respondí: es que cada vez que quiero venir no hay nadie para abrirme la puerta. Total, que me aseguran que vendrá un poco más tarde. Según ellos, todos los viernes viene. Así que camino al ascensor y de nuevo al curro.

Tendría que apañarmelas de nuevo para bajar, pero escaquearme dos veces son ya muchas. Aún estaba dándole vueltas a la cabeza sobre como hacerlo y via email me llegó la solución. Había un cumpleaño y un compañero invitaba a tarta a las 11:30 en la cocina.

Pues bien, aprovechando que era el cumpleaños de uno de mis compañeros de trabajo, y habia pseudo-break a las 11:30 aproveché ese momento para bajar de nuevo al laboratorio. Me encontre en la puerta de nuevo con Murphy y me dijo que todavia no había llegado. Llamó al despacho y efectivamente, están al final del cuatrimestre y estaba muy liado.

Así que de nuevo estoy como a principio de semana, sin saber el alcance del proyecto y sin muy buenas expectativas de saberlo. No importa lo importante es la salud!!!

Así que, como lo del anteproyecto lo veo cuestión de al menos un mes, y un mes es mucho tiempo como para no hacer nada, he decidido empezar a describir el escenario sobre el que irá el proyecto, hacer algunas pruebas con las librerias que copié, si es que puedo, y empezar a escribir el kilo de literatura necesaria para poder bautizar a un motón de hojas con cosas sin sentido, con el nombre de memorias.

De todas formas en este caso, intentaré que mis memorias sirvan para algo más que para hacerme perder el tiempo. Para mañana espero avanzar un poco con la descripción y ordenación de ideas.